lunes, 31 de marzo de 2014

Nada.

  -No pienso claramente en como me siento, sólo sé que me hace sentir de lo peor. Ella no tiene idea cuán dependiente soy y no sabe cuánto la amo y jamás lo sabrá por que ella no es yo.
Ella no pierde la calma cuando me ve, ella no pierde la cabeza pensando en mí, ella está allá siendo feliz con alguien más, ¿y dónde quedo yo?, ¿dónde queda todo mi amor por ella? En la nada, sólo en la nada caben. Y ahí seguirán. 

miércoles, 19 de marzo de 2014

Dependencia obsesiva.

                            Muerte lenta. 

   Ha pasado mucho tiempo desde que estuve realmente feliz, creo que la última vez que fui tan feliz fue cuando estaba con él y entonces me imagino cientos de mundos en donde sólo importo yo y que la gente que me rodea no es tan importante en mi vida, pero vuelvo a la realidad y estoy ahí y el miedo e incertidumbre de estar sola me invaden, no lo quiero.

    Tengo que estar con alguien para ser feliz, ya sean amigos o una pareja, mi familia no me hace sentir bien, ni llena, ni plena, ni satisfecha. Me desilusiona el saber que jamás lo harán; bueno, de hecho, mi hermana lo hace, ella es mi única cómplice. 

    Es porque yo nunca tuve amor, en mi infancia no tuve amor y ahora, con varios años encima me resuena el golpe palpitante de mi propia alma en pena, aún en vida me siento muerta y solitaria, y torpe, y fea, sentirme fea me hace tan mal; siento que jamás voy a gustarle a nadie y que me quedaré sola y moriré en el olvido. 

    Tengo tendencia a la psicósis, y al miedo a la soledad; siempre tan nerviosa y moribunda me pudro por dentro mientras en mi rostro se reflejan sonrisas que no siento verdaderamente. Y temo, temo por todo y por nada.

    A menudo pienso que el suicidio es la única salida y luego por destellos, pequeños momentos, flashasos o lo que sea, recuerdo que la vida es un poco maravillosa, que hay recuerdos que valen la pena y que algún día todo mejorará. (Pero no lo hace).

          <<"La vida sigue">>

    <<"La vida sigue -dicen-, 
       pero no siempre es verdad.
       A veces la vida no sigue.
       A veces sólo pasan los días">>

     No entiendo cómo es que el tiempo pasa tan rápido y a la vez tan lento, siento que muero a cada segundo pero así, igualmente, vuelvo a nacer. Cada ser humano vuelve a nacer a cada segundo, a cada respiro.  ¡Y que cosa más extraordinaria! Y aún así me hundo en la inmensurable tristeza de mi vida. 

     ¿Pero, qué sería de la vida sin la tristeza? Si no existiese tal sentimiento el ser humano no sabría vivir. Sólo quiero que no me olviden, no estar sola, no quiero estar sola. <<No quiero>>

     Han tomado mi mano, y mi corazón y me los han roto. Y ahora, la sensibilidad me acompaña pero me sofoco en amargura y desolación. No distingo la realidad porque siempre estoy viviendo entre sueños.
Vacía y medio rota espero mi lenta consumación de éste mundo a uno espiritual, pero la espera es larga y mientras, espero muero de manera desquiciada repitiendo los errores que siempre he temido repetir. 

<<"Miedo de hacer dos veces lo mismo.
  Miedo de hacer dos veces lo mismo.">> 

     Pero a lo que más le temo es a la soledad. ¡Maldita soledad! 


             (...)

lunes, 3 de marzo de 2014

Dos.

                    Insano.
                     
                        No sé cómo sentirme en relación a él, a veces siento que es un ser nacido para estar a mi lado y otras veces, simplemente soy un rostro pálido sin alma sólida ante sus ojos. 

          No lo conozco, ¿o sí? no sé, no me interesa conocerle y si ya le conozco me da igual, porque me estrésa, porque le odio, porque al mismo tiempo le tengo un enorme amor, pero igual no me importa porque no existo, para él no existo. Me ha visto sí, pero... ¿me ha notado?, ¿me ha observado con detenimiento?, ¿sabe que tengo un corazón latente por él?, ¿que espera por su amor? Y así, en las penumbras de mi soledad, me pregunto una y otra vez, ¿por qué busco amor tan desesperadamente?, ¿por qué no puedo dejar de sentirme tan sola? Y después, caigo rendida delante de un profundo sueño "reparador". 

         Al día siguiente me levanto, somnolienta y agresiva repito la misma rutina de cada día; esa rutina que me mata lentamente, esa rutina que hace monótona mi triste vida y pasan por mi mente cientos de pensamientos suicidas. Pienso en como los demás serían más felices sin mí y me invade una profunda tristeza y estoy así por días pasando en ocasiones las noches en vela, llorando sola. Pero otros días me siento increíble, feliz, viva y a pesar de que no dure mucho se siente bien.

         No dejo de pensar en porque él no me presta la misma atención que yo le presto, es extraño. Quisiera dejar de pensar en él, realmente no me interesa tanto... es sólo el sentimiento caprichoso de tenerlo y que nadie más lo tenga y siempre me pasa, mientras más tengo es más lo que quiero y aunque tenga, me siento vacía. ¿Es que siempre estoy vacía?, ¿por qué siempre quiero más? Es de lo más gracioso, lo que siempre quiero es lo que más me duele. No tengo el corazón roto, tengo el alma vacía. 
  
        Jamás me mataría por amor, o por una estupidez. De hecho, jamás me mataría. No soy estúpida, sólo soy descontrolada, agresiva, suspicaz, rota. ¿Rota? Rota es la palabra que mejor me describe, fría y rota.     

        Quisiera amar realmente y entregarme de lleno, pero me es difícil, no sé cómo amar, siempre termino alejando a aquellos que me quieren, no sé porque. Se siente muy triste estar entre tantas parejas "felices" y estar tú tan solo. No sé que haré, ya no sé que sentir o que hacer, quizá no estoy diseñada para amar, ni para que me amen y él... ¡Él es tan inalcanzable! Y es que ni siquiera me interesa gustarle porque sólo con mirarle me siento bien.         

sábado, 1 de marzo de 2014

Atracción fatal.

 
                       
               No me preguntes.
            Jamás he sido una persona "normal", eso me han dicho siempre... pero, ¿qué es "normal"? Muchos dicen que lo "normal" es lo correcto, lo que siempre se practica, a lo que se está acostumbrado y esas cosas, yo no sé, nunca he sido alguien que siga al pie de la letra las reglas. 

      Me han preguntado acerca del dolor, yo no siento dolor. El sentir dolor no es algo que me importe, me es indiferente todo ese asunto o mejor dicho, me era...

              

                      Ella dice mentiras. 

      No me parecía intrigante, más bien me parecía perfectamente proporcional a mis defectos, pero me temo que ella era muy distinta de mis expectativas, salía con engreídos que sólo querían pasar la noche con ella; decía no sentir nada, ni dolor, ni odio y mucho menos amor, que jamás había amado; jamás había amado a nada ni a nadie. Lo que más me atraía de ella era su sencilla manera de hacer que todo pareciera fácil. O como hacía que lo incorrecto fuera correcto, pero al mismo tiempo me destrozaba el saber que ella se sentía nada, el saber que ella creía que su cuerpo sólo era un aparato que todos los demás podían usar, el como su alma se sentía tan lejos de estar dentro de su cuerpo, era un ser frío y solitario, un ser sin alma, y aun así no podía sacarla de mi mente; sé que realmente el amor no existe, sé que es una mezcla de hormonas y que sólo somos seres que nacieron y están destinados a procrear, lo sé; pero juro que lo que sentía en esos momentos era algo que no había sentido antes, era como una atracción fatal. 

      Un día la invité a mi casa y accedió, estaba muy nervioso pero ella me daba una confianza que me dejaba absorto y sin habla, y entorpecido. Sentí la enorme necesidad de tomarla entre mis brazos y decirle que la protegería y que haría que su alma regresase a su cuerpo, y que la intoxicaría de pasión y placer, y amor, amor que nunca antes había sentido, pero ella se adelantó y me besó, y comenzamos a desgarrarnos el vestido y aventamos el calzado y sólo eramos nosotros dos en toda la galaxia, y el tenerla me hizo bien, me sentí pleno, a pesar de que ella seguía siendo ese títere inhumano, entonces le susurré al oído que ella era mi ser de luz oscurecida y que yo la haría amar de nuevo, y que estaría protegida en mis brazos, que no dejaría que su luz se apagara, que su verdor se extinguiera, no lo permitiría; ella me sonrió y me dijo: "Yo ya me he apagado hace un largo tiempo", comencé a llorar, una increíble rabia apareció en mi interior y le dije que estaba loca, que era una idiota, que por qué no se daba cuenta de que yo la amaba y, así, de nuevo y explotando en una rabia feroz, la tome entre mis brazos, la besé dulcemente, le dije que le amaba y suavemente la asesiné. Al día siguiente escribí un poema, lo leí frente a mi clase y me suicidé. 

      Sólo en el paraíso podíamos ser felices, y fue ahí donde mis mayores pesadillas se hicieron realidad, el ser sin alma me arrastró hacia las tinieblas y me ahogó en una inmensa oscuridad llena de amargura y depresión, una amargura tan grande que todas las almas susurrantes, que se encontraban atrapadas ahí, soltaban quejidos espantosos. Pero yo escogí ese destino, al escogerla a ella, lo peor es que yo no la escogí, sino mi traviesa consciencia que me dictaba ayudarla.